Coyhaique, también se ha convertido en un destacable y precioso lugar para quedarse varios días, disfrutando de espectaculares experiencias e impresionantes atractivos ubicados a sus alrededores.

Aquí, te contaré la buena idea que tendrás, al venir a visitarnos.

CIUDAD ANDINA

Coyhaique es completamente diferente a todas las demás ciudades de Chile.

No está ubicada en el valle central, sino al oriente de la Cordillera de los Andes. En los atardeceres, el sol se interna y acaricia las hermosas cumbres andinas. Unos pocos kilómetros más al oriente, se inicia la sorprendente Estepa Patagónica.

Vale decir, Coyhaique está emplazado en una zona intermedia o de transición, rodeado por atractivas cumbres montañosas y la predominantemente presencia de un hermoso Bosque Andino-Patagónico, integrado por especies como el notro (Embothrium coccineum), los ñirres (Nothofagus antarctica) y las lengas (Nothofagus pumilio).

Sumado a lo anterior, Coyhaique está cruzado por la cuenca hidrográfica del Río Simpson, justo en el punto donde confluye con el Río Coyhaique, uno de sus tantos afluentes.

Los veranos son calurosos y normalmente secos. El otoño y la primavera son épocas de increible colorido y un clima muy estable. Durante el invierno, las temperaturas bajan y hermosos copos de nieve comienzan a caer desde el cielo, haciendo las noches luminosas y silenciosas.

Estas particulares condiciones orográficas, climáticas y vegetacionales, la constituyen en una ciudad única en el contexto chileno.

HISTORIA PIONERA

Coyhaique y, particularmente, el Valle del Río Simpson, están íntimamente vinculados a la historia de poblamiento de la región de Aysén, durante las primeras décadas del siglo XX.

Originalmente, en 1903, estos territorios fueron concesionados a la Sociedad Industrial del Aisen, la SIA, quienes denominaron «Pampa del Corral» al actual punto de emplazamiento de la ciudad.

Poco a poco, fueron llegando pioneros individuales que se instalaron en el territorio, dejando una larga y titánica historia de lucha por asentarse, frente a la oposición del concesionario.

Aquella historia permitió que el 12 de octubre de 1929, se fundara la ciudad, tomando el nombre de «Baquedano», que poco tiempo después sería cambiado, debido al reclamo de Correos por haber una oficina salitrera con la misma denominación, utilizando la actual designación de Coyhaique.

Durante la colonia, surgió la leyenda de una ciudad fundada por mitimaes incas, emplazada en la Patagonia, llena de riquezas y construida completamente en oro y plata.

¿COYHAIQUE?

Al igual que la mayoría de la toponimia de Aysén, la denominación «Coyhaique», no tiene un acuerdo unánime.

La posición mayoritaria es que corresponde a una voz aonikenk o tehuelche, compuesta por «Coy», con el cual se designan las aguas, y «Aike», que se refiere al concepto de lugar donde habita el hombre. Entonces, Coyhaique significaría «Lugar de Aguas».
Sin embargo, hay una bella historia que uniría a Coyhaique con la mítica Ciudad de los Césares o Trapananda.

Durante la colonia, surgió la leyenda de una ciudad fundada por mitimaes incas, emplazada en la Patagonia, llena de riquezas y construida completamente en oro y plata. Diversas expediciones salieron en la búsqueda y conquista de tan fabuloso lugar.

Según cuenta esta historia, la voz «Coy» no se referiría a aguas, sino a «Coyas», las princesas incas. Entonces, Coyhaique implicaría la encantadora idea de «Lugar de las Princesas». Personalmente, esta es la denominación que más me gusta.

LOS ALREDEDORES

Sin duda, Coyhaique está rodeado de lugares fabulosos.

Existen más de 20 lagos y lagunas de diferentes formas y colores. La mayoría de los cuales tienen acceso público. Un imperdible es el precioso Lago Elizalde, ubicado a solo 33 kilómetros de Coyhaique. Cuenta con una agradable playa, que en días de calor, se transforma en el lugar ideal para pasar una entretenida tarde.

También, existen 3 importantes áreas silvestres protegidas.

La Reserva Nacional Río Simpson, ubicada al poniente de la ciudad, en un cañadón que se interna por los Andes Patagónicos y que se caracteriza por un tupido bosque templado siempreverde.

La Reserva Nacional Coyhaique, la más cercada a la ciudad, donde destaca el Cerro Cinchao, de 1.361 mt., que ofrece una vista de altura de todo el Valle del Río Simpson y cuya cumbre es un excelente premio para una jornada de senderismo.

Por último, el Monumento Natural Dos Lagunas, ubicado al oriente de Coyhaique, última frontera vegetacional anterior a la Estepa Patagónica. Este lugar es un verdadero santuario de aves y fauna nativa, donde se puede realizar avistamiento de avutardas, caiquenes, patos reales, bandurrias, zorros y pumas.

Sumado a todo lo anterior, las caprichosas formas rocosas de los alrededores de Coyhaique, constituyen un paraíso para los escaladores en roca.

Por último, no debemos olvidar que los ríos y arroyos del zona son apetecidos a nivel mundial, como los mejores lugares para la pesca deportiva.

En suma, Coyhaique es una excelente alternativa para escaparse y vivir una experiencia única en la Patagonia y, particularmente, en Carretera Austral.

FUENTE: Blog Carretera Austral | Publicado el 27/12/2022